(Actualizado el 22-11-2013)
Los menores de edad tendrán las misma reglas que los mayores. Facebook siempre se había caracterizado por dar más protección a los miembros de 13 años (edad mínima para abrir una cuenta) a 17. Sus perfiles y lo que ellos compartían solo estaban visibles para sus amigos y los amigos de sus amigos. Pero ahora podrán quedar accesibles a todo el mundo, si ellos lo autorizan.
Facebook ha dado este paso poniendo algunas cautelas. Si los menores de edad quieren compartir información de modo público, primero tendrán que leer un aviso para que sean conscientes de lo que eso supone. Además, siempre podrán volver a la situación anterior. Y en principio, las cuentas nuevas de adolescentes serán solo para amigos, no también para amigos de amigos, a no ser que se elija lo contrario.
Facebook dice que este cambio permitirá a los jóvenes tener mayor influencia en la red social, ya que podrán intervenir más y hacer partícipes de sus opiniones a todo el mundo. También alega que los adolescentes de hoy son “digitales de nacimiento”, más hábiles que los mayores en el uso de las tecnologías, y eso les protege contra abusos.
Por otra parte, aunque compartir de modo público expone más a los menores, a la vez permite a los padres conocer más la actividad de sus hijos en la red social: podrán ver lo que los chicos publiquen para todo el mundo, aunque no les acepten como amigos.
Facebook alega que los adolescentes de hoy son más hábiles que los mayores en el uso de las tecnologías, y eso les protege contra abusos
El cambio ha sido recibido con algunas críticas. A juicio de Alexis Vanni, coordinador de Common Sense Media, la decisión obedece a intereses comerciales: ahora Facebook podrá usar los datos de jóvenes consumidores y así conseguirá más anunciantes.(cfr. El País, 25-10-2013). Lo mismo dice Jeff Chester, director ejecutivo del Center for Digital Democracy: “En la medida en que se anima a la gente a publicar todo, Facebook se hace increíblemente atractivo para los anunciantes” (cfr. The New York Times, 16-10-2013). A mayor conocimiento de los gustos de los usuarios, más posibilidades para la publicidad.
Sin duda, la compañía dirigida por Mark Zuckerberg pretende vender más anuncios, pues vive de eso. En el pasado trimestre dobló sus beneficios, hasta 621 millones de dólares, con respecto al mismo periodo de 2012, gracias a una subida del 60% de la facturación (2.020 millones), de la que casi el 90% fue por publicidad (cfr. PR Newswire, 30-10-2013). Y un dato significativo es que de los ingresos por este concepto, una parte cada vez mayor (el 49% en el último trimestre) corresponde al uso de Facebook en dispositivos móviles, al que los adolescentes son especialmente aficionados.
Para ser la red social líder
El caso es que, mientras los gobiernos buscan, en general, mayor protección de la privacidad de los menores, las redes sociales toman el camino inverso. Antes Facebook protegía a los adolescentes más que sus competidores, pero ha ido asimilándose a estos porque “quiere seguir siendo la red social líder frente a otras como Twitter o Google+”, afirma Joy Spencer, del Center for Digital Democracy. En definitiva, teme perder usuarios jóvenes si tienen un política restrictiva.
El temor de otros es que con la nueva política aumenten los casos de acoso a menores. Peter Davies, director del Child Exploitation and online Protection Center, organismo oficial británico, advierte que la mitad de los acosos sexuales contra menores en Internet se da en las redes sociales, y Facebook es la mayor de todas. Según una encuesta reciente a diez mil niños llevada a cabo por la ONG británica Ditch the Label, en torno al 70% de los niños han sufrido alguna forma de acoso en Internet. Es reciente el caso del suicidio, en Estados Unidos, de Rebecca Sedwick, tras haber sido víctima de acoso en las redes sociales (ver Aceprensa, 23-10-2013). La restricción recién levantada en Facebook no salvó a esta chica de 12 años, que no debería haber tenido cuenta en esta red social y también fue perseguida en otra, ask.fm, y en Kik Messenger, un servicio de chat. Pero un menor puede engañar con respecto a su edad al inscribirse en una red social, y es difícil detectarlo si no se da cuenta y lo advierte alguien que le conozca.
Al parecer, quienes acosaron a Rebecca, en las redes sociales y en la realidad, son también menores (la policía ha detenido a dos chicas de 12 y 14 años1), y esto muestra que el problema está no solo en la proteger la privacidad de los adolescentes, sino también en prevenir agresiones por parte de coetáneos. Esto último empieza a preocupar a las escuelas, que tratan de vigilar las actividades de los alumnos en las redes sociales (cfr. The New York Times, 28-10-2013). En Estados Unidos han llegado ya algunos casos a los jueces. En septiembre pasado, un tribunal dio la razón a una escuela que había expulsado a un estudiante de secundaria por amenazar a sus compañeros en Myspace. En cambio, hace dos años otro tribunal anuló las sanciones impuestas a dos alumnas por poner en Facebook fotos en que aparecían con unos objetos de broma obscenos.
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1 El 20-11-2013, la fiscalía del condado retiró los cargos contra ellas, por concluir que los insultos que dirigieron a Rebecca por medio de Facebook no llegaron a ser delito. (N. de la R.)