Sophie de Mac Mahon y Miguel López: “Hay gente joven que está descubriendo que en el cine clásico español hay películas maravillosas”

publicado
DURACIÓN LECTURA: 6min.
Cine clásico español
La familia protagonista de “Surcos” (José Antonio Nieves Conde, 1951)

Acaba de finalizar la 72 edición del Festival de San Sebastián con la presencia relevante de cineastas españoles y el triunfo de Tardes de soledad, de Albert Serra. Además, el festival ha servido para posicionar mejor el cine clásico español, poco conocido y, por ello, poco valorado, pero que cuenta con joyas que merece la pena descubrir. En esta edición, la sección Klasikoak del Festival, supuso el marco perfecto para revivir la película Surcos (José Antonio Nieves Conde, 1951), restaurada en 4K para la ocasión.

Surcos es una película de especial relevancia histórica que, sin embargo, apenas se conoce. En su época representó una punta de lanza. Fue declarada de interés nacional por el director general de Cinematografía, José María García Escudero, que apoyaba un cine innovador. Aunque, con motivo de su decisión, tuvo que dimitir, porque el ministro de Información y Turismo, Gabriel Arias-Salgado, poseía una visión diferente, anclada en el momento, y quiso conceder dicho honor a Alba de América (Juan de Orduña, 1951), película histórica, más acorde con el ideario del régimen vigente.

Con motivo de la presentación en San Sebastián, hablamos con Sophie de Mac Mahon y con Miguel López, consejera delegada y director de marketing de FlixOlé, una plataforma especializada en cine español y ligada a Mercury Video Films, la distribuidora que restaura y remasteriza la mayoría de estos clásicos.

— ¿Por qué presentar esta versión restaurada en San Sebastián?

— La llegada de las secciones clásicas a los festivales de cine internacional ha facilitado la ocasión de poner el foco en el cine español, que muchas veces está ausente de los certámenes internacionales.

— ¿Cómo realizáis esa labor de selección de películas para festivales?

— Consiste, sobre todo, en dialogar con los programadores de los festivales, entender qué están buscando en cada caso. Hay veces que buscan determinada época, determinado género…

Jugamos con la ventaja de tener detrás un catálogo como el de Mercury, que es muy grande. Tenemos muchas posibilidades de ofrecer y de adaptarnos a las necesidades de cualquier festival.

Surcos es una película que apenas se conoce, pero que cuenta con un atractivo especial porque supuso el inicio del neorrealismo en España, que después se desarrolló en los años 50, con películas como Muerte de un ciclista (Juan Antonio Bardem, 1955) o Bienvenido, Mr. Marshall (Luis García Berlanga, 1953). ¿Por qué se apostó finalmente por esta película?

— En este caso había una serie de títulos, y al final optamos por Surcos para presentarlo en Klasikoak. San Sebastián consideraba que era una película que merecía reivindicarse y estrenar.

Y es que lo interesante también de las secciones clásicas es esto, que se pueden redescubrir y poner en valor películas como Surcos. Quizá es conocida solo por la crítica o por los eruditos, pero no es tan conocida por el público general. Que tenga esta ventana de difusión de los festivales, que se hable, que se publiquen noticias, hace que más gente vaya a verla a la plataforma FlixOlé o a cualquier pase en la gran pantalla.

— ¿Qué otras películas se han presentado en otros festivales?

— La primera fue Carmen (1983), en Cannes 2023, que coincidió con el fallecimiento de su director, Carlos Saura. Además, Carmen se había estrenado en su momento en Cannes y, casualmente, era la película que acabábamos de restaurar, con la última supervisión de Saura. Ese tipo de circunstancias hace que la restauración fuera a Cannes Classics. Unos meses después presentamos La caza (Saura, 1966) en Venecia y después Deprisa, deprisa (Saura, 1981) en Berlín.

— ¿Qué papeles tienen Mercury y la Filmoteca Española en el proceso de restauración?

— Actualmente no te puedes permitir mostrar una película en una calidad que no sea HD, 2K o 4K. En España hay pocas ayudas para llegar a dar esa calidad.

La Filmoteca hace alguna restauración, pero no tiene suficientes recursos; por eso, Mercury ha hecho propia esa labor y lleva años restaurando películas. Es el recorrido de un largo camino, donde se ha comprometido con la labor de restauración del cine español y su divulgación. Además, lanzó la plataforma FlixOlé, para que todo ese contenido se pueda acercar al público en general.

La Filmoteca almacena. Y, eso sí, tiene un archivo maravilloso donde los materiales se conservan a la temperatura adecuada. La Filmoteca cuenta con medidas de seguridad que no se pueden tener en una empresa normal. El material tiene que estar en un sitio muy especial y de esto se encargan todas las filmotecas, de España y del mundo. De hecho, algunas se crearon para esto: para conservar el cine. Allí están almacenadas las cintas y desde allí las sacas para comenzar la labor de restauración.

Sophie Mac Mahon y Miguel López en el Festival de San Sebastián, 2024

— ¿Cómo es el proceso de restauración?

— Muy complejo. Lo primero es encontrar el negativo, que no siempre existe, porque antes no había esa conciencia de conservarlos. Los negativos originales (tomados directamente de la cámara) se editan en la secuencia correcta y se imprimen en material nuevo como una película cohesiva, creando una copia interpositiva que se utiliza para la sincronización del color. A partir de la copia interpositiva, se hacen copias de respuesta, que incluyen las imágenes con corrección de color. Una vez aprobada, la copia de respuesta final se convierte en un internegativo que se utiliza para hacer copias que se enviarán a los cines para su exhibición.

A veces, te encuentras que el original es diferente en algunos momentos, porque, por ejemplo, ha estado censurado y se ha cambiado el producto final. Y estos también son pequeños extras que se almacenan en la filmoteca.

— ¿Cuál es el papel de FlixOlé en esta labor de restaurar películas antiguas españolas y darlas a conocer?

— FlixOlé nace como proyecto de ser una biblioteca gigante donde prácticamente ver todo el cine español. Y que lo hace muy fácil, accesible y cómodo. Ya no hay excusa para ver cine desde los años 30 hasta la actualidad.

Además, estamos muy volcados en captar a la gente joven, que al final es quien va a crear un hábito. Descubren que en el cine español hay un montón de cineastas y películas maravillosas. Hacemos mucho trabajo con la Universidad Rey Juan Carlos. Tenemos una cátedra con ellos, la Cátedra FlixOlé, y ahí organizamos cinefórums, con coloquios, y otras actividades para meter el gusanillo y que la gente joven vea el cine español. Y la respuesta es positiva. Pero hace falta ese prescriptor que le enseñe, le abra esa puerta.

— ¿Cuántas películas hay en FlixOlé?

— El catálogo de FlixOlé tiene unas 4.500 películas. Pero el catálogo de FlixOlé no es solo el de Mercury. Además, contamos con más de 130 proveedores de contenidos, que también aportan.

Por otra parte, hay que añadir que el cine español es heterogéneo. Y también reivindicamos, por ejemplo, las comedias populares. La gente mayor quiere disfrutar de Paco Martínez Soria y estas películas las tratamos con el mismo cariño. Aunque no sean para un espacio festivalero como el de San Sebastián.

— De todo ese catálogo ¿nos recomendáis alguna?

— Sí. Ya se puede ver en FlixOlé la película Todos somos necesarios (1956). Una dramedia de Nieves Conde, el mismo realizador de Surcos, que inauguró el Festival de Cine de San Sebastián ese año 1956. Nadie la ha visto y la acabamos de restaurar. Es maravillosa.

Contenido exclusivo para suscriptores de Aceprensa

Estás intentando acceder a una funcionalidad premium.

Si ya eres suscriptor conéctate a tu cuenta. Si aún no lo eres, disfruta de esta y otras ventajas suscribiéndote a Aceprensa.

Funcionalidad exclusiva para suscriptores de Aceprensa

Estás intentando acceder a una funcionalidad premium.

Si ya eres suscriptor conéctate a tu cuenta para poder comentar. Si aún no lo eres, disfruta de esta y otras ventajas suscribiéndote a Aceprensa.