Decir que el embrión que anida en el vientre de una mujer embarazada es un ser humano, dotado de derechos por el hecho de serlo –el primero de ellos, el del respeto a su vida y a su integridad–, no es materia novedosa en ámbitos católicos.
Para los miembros de la Convención Bautista del Sur de EE.UU. (SBC), que con 13 millones de fieles es la mayor de esa rama protestante en el país, probablemente tampoco sea noticia. Lo que sí parece serlo es la identificación de la fecundación in vitro (FIV) como una amenaza más a esa vida humana embrionaria. Por ello, el pasado 12 de junio, la mayor parte de los más de 10.000 delegados de esa congregación protestante, reunidos en Indianápolis, votaron a favor de una declaración en la que mataron dos páj…
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Un comentario
Sugiero corregir «un llamado de atención» por «una llamada» de atención… Gracias, María B.