Las pensiones en Grecia: ni tanto ni tan poco

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En plenas negociaciones entre Grecia y sus prestamistas, el país heleno busca cómo convencerles de que es capaz de recortar el gasto público, y así salir de la espiral de la deuda. Una de las partidas que más podría contribuir a aliviar las cuentas es la de las pensiones.

El 45% de los pensionistas cobra menos de 665 euros, el umbral de pobreza

¿Se jubilan pronto los griegos?

Los rumores dicen que desde la troika se está exigiendo al gobierno griego que ahorre 1.800 millones en este concepto, lo que equivaldría al 1% del PIB nacional (del que las jubilaciones suponen anualmente un 15%). Pero la edad de jubilación puede influir más que la cuantía de la pensión.

Según datos del propio gobierno, la edad efectiva de jubilación entre los griegos es de 62 años para los hombres y 59 para las mujeres, más de dos años antes que en la OCDE. El primer ministro Tsipras se ha mostrado dispuesto a limitar las prejubilaciones a las profesiones realmente “penosas” (en esta categoría han llegado a estar los peluqueros, presentadores de televisión y panaderos) y a reducir los generosos complementos percibidos por muchos funcionarios.

Ya en 2010 el gobierno griego introdujo un primer paquete de reformas: se elevó el mínimo de años cotizados para poder cobrar la pensión completa (de 37 a 40); se estableció que en ningún caso la prestación podría ser superior al 65% del salario medio de toda la carrera profesional (antes se calculaba con relación a los cinco últimos años, y no existía límite en cuanto al porcentaje). Ahora, además, Tsipras ha anunciado que la edad de jubilación aumentará hasta los 67 años, aunque de forma progresiva.

¿Cobran mucho los pensionistas?

Según dos recientes informes de la OCDE sobre los sistemas de pensiones en la zona (Pensions at a Glance 2013 y OECD Pensions Outlook 2014), Grecia dedicaba en 2011 algo más de un cuarto (un 28%) de todo su gasto público a pagar las pensiones, por un 18% de media en la OCDE. En gran medida, esto se debe al envejecimiento de la población: aunque la esperanza de vida a los 65 años es similar a la media de la OCDE (19 años), el número de personas en edad de trabajar por cada jubilado es menor en Grecia que en la OCDE, aunque es mayor que en otros países europeos aún más envejecidos como Italia, España o Alemania.

Algunos medios de comunicación, sobre todo en países a los que Grecia debe dinero, han criticado que los jubilados griegos viven mejor (comparados con el resto de la población del país) que los alemanes, los suizos o los británicos. En parte esto es cierto, pero “el demonio está en los detalles”.

El sistema público griego ofrece más seguridad a los jubilados que los de la mayoría de la OCDE. La cuantía media de la pensión en Grecia es de 833 euros mensuales, tras sufrir diversos recortes que hacen que hoy sea un 27% menos que en 2010. Sin embargo, desde los organismos internacionales se exige un ajuste aún mayor. El primer ministro Tsipras no parece dispuesto a que el recorte afecte a los más vulnerables (un 45% de los pensionistas cobra menos de 665 euros, el umbral de pobreza).

La cuantía media de la pensión en Grecia es de 833 euros mensuales, tras sufrir diversos recortes que hacen que hoy sea un 27% menos que en 2010

Según datos de Eurostat, hasta 2011 los ingresos medios de las personas de más de 65 años eran inferiores a los del resto de la población (una ratio de 0,81 para ese año, mientras que en la Unión europea era de 0,89). Pero en 2012 la relación se invirtió (1,01 en Grecia y 0,92 en la UE) debido al recorte en sueldos que afectó al conjunto de los griegos. Desde entonces, la ratio se ha mantenido estable.

Para entender la aportación real de las pensiones, conviene tener en cuenta el aumento de poder adquisitivo que suponen. El gasto público por pensionista en Grecia, medido en relación al coste de la vida, estaba prácticamente en la media europea en 2012.

Una manera de valorar la generosidad de las pensiones públicas es analizar qué porcentaje cubren del salario anterior a jubilarse (replacement rate). Según el informe Pensions at a Glance 2013, en la OCDE la pensión para el trabajador con sueldo medio suponía en 2012 un 48,7% de su salario anterior; para el que cobraba la mitad, un 65,7%; y para el que ganaba 1,5 veces el sueldo medio, un 42,6%. En Grecia los porcentajes eran casi 30 puntos mayores para el tramo de renta baja, y más de 20 para los otros dos. El carácter redistributivo del sistema de pensiones (más protección a los que menos tienen) es más acusado en Grecia que en la media de la OCDE.

Un sistema público garantista

Pero la riqueza del pensionista no se mide solo por la cuantía de la pensión. Hay que tener en cuenta otros factores como la vivienda en propiedad, los activos financieros, y también lo que el jubilado deja de pagar por determinados servicios sociales que se le ofrecen gratuitamente o a un precio muy rebajado.

El porcentaje de jubilados con una casa en propiedad es mayor en Grecia que en la OCDE, aunque como el precio de la vivienda en el país heleno es uno de los más bajos del grupo, la ganancia por este concepto no es excesivamente grande. En los otros dos indicadores los pensionistas griegos están a la cola de los países industrializados: sus activos financieros tienen un valor medio de 15.000 euros, por 45.000 euros en la OCDE, y lo que dejan de pagar en servicios sociales subvencionados equivale a un 25% de la pensión, por un 40% en la OCDE, un 35% en España o un 30% en Alemania. Grecia forma junto a España, Turquía, Austria y Hungría (y en menor medida Francia y Portugal) un grupo de países donde las pensiones públicas son las que garantizan que los jubilados tengan recursos suficientes (tasas de reposición bastante altas para todos los segmentos salariales).

La edad efectiva de jubilación entre los griegos es de 62 años para los hombres y 59 para las mujeres, y Tsipras se ha comprometido a cortar las prejubilaciones

Las razones de Merkel contra las de Tsipras

En otros países, la pensión estatal no da para grandes alegrías, pero un significativo sector de la población tiene contratado un plan privado voluntario de pensiones que complementa la baja cuantía del público: esto ocurre con entre un 40% y 50% de los jubilados en Irlanda, Reino Unido y Bélgica, y con un 70% de los canadienses. En todos estos países salvo en Bélgica, los que reciben esta renta complementaria acumulan un importe final superior (en relación a su sueldo antes de jubilarse) al de los griegos; pero hay que recordar que un 60% de los irlandeses y un 55% de británicos solo se benefician de la pensión pública, en ambos casos muy por debajo de los que concede el sistema heleno.

El caso de Alemania es parecido. Tiene pensiones públicas con tasas de reposición muy inferiores a las griegas, especialmente para el tramo salarial más bajo. No cuentan con planes privados obligatorios, pero un 70% de los jubilados tiene contratado uno voluntario. En total, los pensionistas alemanes de tramos salariales medio y alto que han contratado un plan privado están algo mejor –no mucho– que los griegos de esos mismos segmentos. Los demás (el 30% solo con pensión pública y los del tramo salarial bajo) están bastante peor. Eso sí, los alemanes cuentan con unos activos financieros y unas prestaciones sociales mucho mejores que los griegos.

En cualquier caso, después de incluir las pensiones y los beneficios sociales, los jubilados griegos están mejor que el resto de la población. Según Eurostat, la tasa de pobreza entre los mayores de 65 años era en 2013 del 14,9%, un poco por encima de la media europea (13,1%), pero por debajo de Bulgaria, las repúblicas bálticas, Bélgica, Austria o Reino Unido. Pero es que además Grecia cuenta con un gran número de prejubilados. La pobreza entre el conjunto de retirados era en 2013 prácticamente la misma que la de la UE.

Pese a que las pensiones no son bajas, y protegen suficientemente a la población jubilada, el elevado paro del país heleno (un 25,4% y un 51% entre los jóvenes) hace que la mitad de los hogares tengan una pensión como su fuente principal de ingresos. En un país donde siete de cada diez parados lleva más de 12 meses sin trabajo, los 2,5 millones de pensionistas están soportando una carga que no les debería corresponder, y para la que el sistema no está preparado.

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