Ante el riesgo de que las medidas antidiscriminación por motivo de orientación sexual se utilicen como pretexto para penalizar a quienes rechazan el matrimonio gay, un grupo de líderes religiosos afines a Obama le ha escrito una carta para pedirle que incluya una cláusula de objeción de conciencia en la orden ejecutiva que está preparando (1).
(Actualizado el 22-07-2014)
El decreto presidencial pretende garantizar que las empresas que colaboran con la Administración no discriminan al colectivo LGTB. Pero lo que se discute aquí es qué se entiende por discriminación. Una cosa es evitar que se niegue a los homosexuales los derechos que les corresponden como ciudadanos, y otra abrir la puerta a posibles acciones legales contra los individuos y las organizaciones que creen que el matrimonio solo puede ser la unión entre un hombre y una mujer.
Para entender la polémica que ha suscitado la orden ejecutiva, hay que tener en cuenta que en EE.UU. las medidas antidiscriminación se están utilizando desde hace años para penalizar a los discrepantes. Algunos ejemplos:
- Los dueños de un local para bodas en Vermont (2012); los de un estudio de fotografía en Nuevo México (2013); los de una pastelería en Colorado (2013); y el de una floristería en Washington (2013) han sido demandados por negarse a prestar sus servicios en bodas gais. Aunque todos ellos alegaron motivos de conciencia, los tribunales entienden que la negativa es un acto de discriminación.
- Los notarios de Maine están obligados a casar a homosexuales, sin posibilidad de objetar (2012).
Varias agencias de adopción católicas han tenido que suspender sus servicios en Boston (2006), San Francisco (2006), Washington D.C. (2010) e Illinois (2011) por negarse a colocar niños en hogares de homosexuales.
“Estamos pidiendo que la extensión de la protección a un grupo no se haga a expensas de las organizaciones religiosas”, dicen los líderes religiosos
Casos de este tipo llevaron a los obispos de EE.UU. a convocar en 2012 la primera “Quincena por la Libertad”, una campaña para promover la libertad religiosa y la independencia de la sociedad civil frente al control estatal (cfr. Aceprensa, 12-06-2012). La convocatoria se ha repetido en 2013 y en 2014, siempre en las mismas fechas simbólicas: empieza el 21 de junio, víspera de la fiesta de san Juan Fisher y santo Tomás Moro, y termina el 4 de julio, Día de la Independencia de EE.UU.
Pero los obispos no son los únicos que están preocupados con este asunto. En octubre de 2013, más de 60 congresistas republicanos y demócratas presentaron a la Cámara de Representantes una iniciativa conocida como Ley sobre el Matrimonio y la Libertad Religiosa (cfr. Aceprensa, 7-10-2013).
Este proyecto de ley quiere impedir que el gobierno federal retire a cualquier entidad que defienda el matrimonio entre hombre y mujer los beneficios fiscales que corresponden a las organizaciones sin ánimo de lucro. También prohíbe denegar a cualquier individuo u organización concesiones y licencias administrativas, contratos públicos, empleos… por el mismo motivo.
Mediante su decreto, Obama pretende aprobar un conjunto de medidas antidiscriminación, para las que no hay mayoría en el Congreso desde 1994
Ante la falta de acuerdo, decreto
En este contexto se explica el revuelo que causó, a mediados de junio, el anuncio hecho por la Casa Blanca sobre el deseo del presidente Obama de aprobar una orden ejecutiva para garantizar que las empresas que colaboran con la Administración no discriminan por motivos de “orientación sexual ni identidad de género”.
Mediante su decreto, Obama pretende aprobar un conjunto de medidas sobre las que el Congreso no se pone de acuerdo. La Employment Non-Discrimination Act (ENDA), que se introdujo por primera vez a debate en 1994 y en años sucesivos, es un proyecto de ley federal que tiene el mismo objetivo que la futura orden ejecutiva. Ya tienen el visto bueno del Senado, donde Obama tiene mayoría. Pero se espera que vuelva a ser rechazada por la Cámara de Representantes, dominada por los republicanos.
La ENDA contiene una cláusula de objeción de conciencia para las instituciones de inspiración religiosa: por ejemplo, permite a sus empleadores abstenerse de contratar a homosexuales si consideran que eso contraviene sus creencias religiosas. Pero la Casa Blanca todavía no ha dicho si la orden ejecutiva de Obama incluirá una exención como la de la ENDA.
En EE.UU. las medidas antidiscriminación por motivos de orientación sexual se están utilizando desde hace años para penalizar a los discrepantes
No proteger por igual es discriminar
Ante el riesgo de que no lo haga, un grupo de líderes religiosos envió el 1 de julio una carta al presidente para pedirle que incluya la exención en su decreto. Un dato que ha llamado mucho la atención en los medios norteamericanos es que los promotores de la carta son representantes religiosos afines ala Administración Obama.
El “ideólogo” de la iniciativa es Michael Wear, que se encargó de llevar la cuestión religiosa en la campaña electoral de Obama para las presidenciales de 2012 y trabajó en la Casa Blanca. Otros tres firmantes destacados pertenecieron al Consejo Asesor del Presidente sobre Asociaciones Religiosas y Vecinales, y otros dos son dirigentes de Católicos por Obama.
“Estamos pidiendo que la extensión de la protección a un grupo –dice la carta– no se haga a expensas de las organizaciones confesionales cuya identidad y creencias religiosas las motivan para servir a los más necesitados”.
Y añade que la cláusula de conciencia permitiría “equilibrar el interés del gobierno por proteger tanto a los norteamericanos LGTB como a las organizaciones religiosas que quieren servir a los demás de acuerdo con su fe y sus valores”.
La argumentación de los firmantes de la carta es parecida a la que empleó un día antes el Tribunal Supremo de EE.UU. en el caso de dos empresas familiares que pidieron objetar frente al mandato anticonceptivo. Los magistrados accedieron tras reconocer que la libertad religiosa prevalece sobre el interés del gobierno en promover el acceso gratuito a los métodos anticonceptivos (cfr. Aceprensa, 3-07-2014).
Los líderes religiosos se movilizan
La carta de los afines a Obama va en la línea de otras dos iniciativas recientes. El 25 de junio, más de 150 líderes religiosos –en su mayoría, evangélicos– escribieron al presidente otra carta para pedirle “que proteja los derechos de las organizaciones confesionales que simplemente quieren políticas de contratación conformes con sus más profundas convicciones religiosas”.
También ellos exigen que el futuro decreto del presidente incluya explícitamente protecciones a la libertad religiosa. Y recuerdan que la Ley de Derechos Civiles, de 1964 (tan citada por los colectivos LGTB), ya estableció que las organizaciones religiosas pueden tener en cuenta la religión a la hora de decidir quién está más cualificado para trabajar en ellas.
Y el 30 de junio, una coalición de representantes de varias confesiones religiosas dirigió a los líderes del Congreso una carta para pedirles que “ni enmienden ni revoquen la RFRA [Religious Freedom Restoration Act], una de las garantías legales más importante de nuestro país para la libertad religiosa y los derechos de conciencia de los ciudadanos de cualquier confesión”.
La RFRA fue aprobada en 1993 bajo el mandato del presidente Bill Clinton con la práctica unanimidad del Congreso: de los 535 miembros que componen ambas cámaras solo tres votaron en contra. Esta ley federal fue precisamente la norma en que se basó el Supremo para afirmar que el mandato anticonceptivo impone una carga excesiva al libre ejercicio de la religión. Tras la sentencia del Supremo, algunos comentaristas han cargado contra la RFRA.
En su carta a los congresistas, los firmantes recuerdan que juntos representan a más de 100 millones de norteamericanos. Además de los representantes de la Conferencia Episcopal católica y de la Convención Baptista del Sur, las dos confesiones más numerosas del país, hay representantes de otras denominaciones protestantes así como mormones y judíos.
En la dirección opuesta se encuentra otra carta dirigida a Obama el 8 de julio por más de 100 personas que también se presentan como líderes religiosos: el capellán de la organización abortista Planned Parenthood; el presidente de la Religious Coalition for Reproductive Choice; el director del Center for Lesbian and Gay Studies in Religion and Ministry… Cuatro de los firmantes pertenecieron al Consejo Asesor del Presidente sobre Asociaciones Religiosas y Vecinales.
Según ellos, la inclusión de una cláusula de objeción de conciencia en la orden ejecutiva supondría “una negación de la verdadera igualdad de las personas LGTB, a la vez que abriría una caja de Pandora que invitaría a otras formas de discriminación”.
Pero no aclaran por qué el derecho a castigar a quienes expresan desacuerdo con quienes disfrutan ya del derecho a vivir la sexualidad como quieran, contribuye más a la verdadera igualdad.
Nota:
(1) El lunes 21 de julio, Obama firmó la orden ejecutiva sin la cláusula de objeción de conciencia que le pedían los líderes religiosos.