George es un veterano espía británico que tendrá que descubrir quién de los cinco espías que comparten operación es un topo. El problema es que uno de los sospechosos es su mujer.
Steven Soderbergh (Traffic, Ocean’s Eleven), rueda una estilosa cinta de espías con una acción muy escasa y una dosis importante de thriller psicológico. El guion de David Koepp (Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal, Spider-Man) se centra en las relaciones entre los personajes, en el juego de lealtades y deslealtades que establecen los posibles traidores y, especialmente, en el duelo del matrimonio protagonista, interpretado por dos actores enormes: Michael Fassbender y Cate Blanchett. Es aquí donde reside el mayor valor de la película. Durante muchos minutos, la trama se enreda y dispersa en exceso, pero en cuanto vuelve a centrarse en Fassbender y Blanchett, la película despega. Y, en ese sentido, es una cinta que va de menos a más. Que cierra mejor que abre.
No es el mejor título de Soderbergh: es irregular en algunos tramos, hay momentos embarullados y escritos con prisa, y chirría alguna subtrama soez en una película tan elegante en su puesta en escena, vestuarios y decorados; pero, con todo, es una propuesta disfrutable para un público adulto que sepa reconocer el valor de un buen reparto.
Ana Sánchez de la Nieta
@AnaSanchezNieta