De la noche a la mañana, Tauba, de 13 años, y sus padres, se encuentran refugiados en una buhardilla, bajo los tejados del París de 1942. Unos amigos les han dejado ese pequeño espacio de seis metros cuadrados, para huir de la terrible redada de los nazis, en la que fueron arrestados cerca de trece mil judíos.
La vida ante nosotros podría considerarse la “versión francesa” de la historia de Ana Frank. También basada en hechos reales, director y guionista alternan ficción con breves imágenes documentales para mostrar la crudeza de las redadas antisemitas, en claro contraste con la actitud de Tauba, cuya inocencia infantil se aferra a la esperanza.
La historia es potente, pero la película no logra emocionar como debería. Por un lado, cuesta creer que la actriz protagonista tenga la edad que aparenta, lo que dificulta la identificación. Y, por otro, el guion apenas explora el poder de la imaginación infantil –como sí lo hizo, por ejemplo, La vida es bella–, desaprovechando una vía que podría haber aportado mayor profundidad.
Jaume Figa Vaello
@jaumefv
