Dror Mishani (Holón, Israel, 1975) es un conocido escritor de novela negra. Su primer thriller, Expediente de desaparición, ganó el Premio Martin Beck a la mejor novela policíaca extranjera publicada en Suecia. Tres, su cuarta novela del mismo género, le valió dos premios internacionales –uno en Francia y otro en Alemania– y será llevada al cine por los productores de Homeland.
Ahora acaba de publicar Habitación sin vistas, libro con el que hace su primera incursión en el género del diario. “Sábado, seis de la mañana. Me despierto en un hotel de Toulouse y veo un mensaje de Marta: ‘Buenos días, se ha montado un buen lío aquí’”. Aunque pudiera parecer el comienzo de una novela, las primeras líneas nos meten de lleno en las vivencias personales del propio Mishani la mañana del 7 de octubre de 2023, el día que Hamás lanzó un ataque terrorista sin precedentes contra las comunidades del sur de Israel.
Subtitulado “Diario de guerra en Tel Aviv”, el relato se extiende durante los primeros seis meses del conflicto.
El libro tiene el valor del testimonio y su lectura ágil arrastra al lector a un escenario en el que el sufrimiento se traslada de una sociedad israelí profundamente traumatizada, a la población en Gaza, víctima de bombardeos, destrucción y hambruna. La narración se estructura en torno a los pensamientos del autor, las noticias que ve en la televisión, anécdotas, conversaciones con familia y amigos… Especialmente oportunas son las citas de los libros que le ayudan a dar sentido a lo que está viviendo. La Biblia, la Ilíada o El mundo de ayer vienen a reforzar la vivencia universal de la guerra y el dolor que trae consigo.
La relación con la familia es uno de los pilares que sostienen el relato y lo enriquecen con matices que ilustran la complejidad de la sociedad israelí: estar casado con una mujer no judía, las diferencias ideológicas del autor con su hermano y su madre, los primeros enfrentamientos con sus hijos por razones políticas… Sus dudas como padre en el contexto de la guerra le llevan a mirar al pasado, hacia su experiencia en el servicio militar, a la relación con sus propios padres y a cómo se forjó su conciencia política.
Habitación sin vistas es, en realidad, una ventana abierta al mundo personal de Dror Mishani. Con altas dosis de humanidad, el autor muestra la contradicción, la complejidad y el dolor que se viven a pie de calle mientras el final del conflicto continúa abierto.