Gabrielle Roy (1909-1983) es una de las escritoras más importantes de Canadá, merecedora de varios premios por su obra literaria, escrita en francés. En España sólo se había traducido hasta ahora en esta misma editorial El río sin descanso.
Los niños de mi vida, basado en sus experiencias como profesora en los años treinta del siglo XX, se compone de seis relatos breves con sendos niños como protagonistas. En todos ellos se muestran las inquietudes propias del profesorado por sus alumnos –inmerso, en este caso, en un contexto de pobreza agudizado por la Gran Depresión– y el afán de la autora por ayudar más allá de lo académico a varias familias del entorno rural al que pertenece su escuela. Los relatos son muy agradables y se leen con extrema facilidad, pues rezuman el optimismo y la esperanza de una profesora que sueña con el futuro de sus pupilos.
El crío de apenas cinco años que se frustra en Navidades por no poder hacer un regalo caro a la profesora; el niño cantor que emociona a los que le escuchan; la saga de los Demetriov, una familia emigrante cuyos hijos son violentos y poco aplicados; o el adolescente que debe hacerse cargo de su madre embarazada, pues el padre trabaja a muchas millas del hogar, y tiene difícil avanzar en sus estudios… Y, en medio de estas vidas, la descripción de los padres, a veces hiperprotectores, a veces descargando su propia frustración en la figura de la profesora.
Si bien algunas historias pueden parecer un ejemplo de temeridad por parte de la profesora, creo que deben leerse en su contexto, en el que la figura del maestro tenía prestigio y autoridad, en el que las dificultades sociales eran notorias (alumnos de hasta ocho edades diferentes en un aula a varias millas de sus hogares) y con los apenas veinte años cumplidos de la autora, poco experta en los riesgos de la profesión.
Todos los relatos muestran una mirada tierna, realista, irónica a veces, esperanzada siempre y también divertida del mundo educativo, y está escrito con un estilo sobrio, agudo en sus descripciones de caracteres y ágil en la narración.