La primera gran cita de los premios de cine y televisión ha dejado una lista muy reducida de favoritos para la tradicional carrera de galardones de los primeros meses del año. Las películas Emilia Pérez y The Brutalist, y las series Shōgun, Hacks y Mi reno de peluche se llevan un total de 15 Globos de Oro entre las candidaturas principales.
No voy a engañar a nadie. Venimos de unas Navidades en las que, desde Aceprensa, hemos elaborado todo tipo de listas de grandes series y películas del 2024, con el convencimiento de que ha sido un año tan variado como extraordinario. No deja de ser simbólico que esta buena cosecha de títulos terminase con un cierto shock en los Globos de Oro de la noche de Reyes.
Es verdad que algunas de las películas que se estrenaron en 2024 ya recibieron honores a lo largo de ese año (Los que se quedan, Yo capitán, La zona de interés), pero hay que reconocer que la mayoría de los grandes éxitos premiados por los 93 miembros de la Asociación de la Prensa Extranjera en Hollywood no estaban ni en las listas de casi ninguno de los críticos de Aceprensa, ni en el escáner de las mejores series del año ni, desde luego, entre las favoritas de una gran parte del público que va a las salas. Muchas de las ganadoras se pueden inscribir en esa categoría de “cine de festival” muy alentado por los críticos –o por algunos críticos– y mucho menos por el espectador de a pie. Un espectador que habrá echado de menos que grandes películas del año como Jurado nº 2, El conde de Montecristo, Civil War o A Real Pain no hayan sido, en algunos casos, ni nominadas. Pero vayamos paso a paso.
Con tres grandes premios (película, director y actor principal), la película norteamericana The Brutalist se ha convertido en el título más destacado de cara a los Oscar. Este arriesgado retrato sobre un arquitecto de los años 40 que revolucionó el arte con el movimiento brutalista no es un biopic de Mies van der Rohe, y aquí empieza el desconcierto que puede generar una película con un metraje de cerca de 4 horas, escrita y dirigida por el casi primerizo Bradey Corbet (La infancia de un líder) y protagonizada por Adrien Brody.
La francesa Emilia Pérez, de Jacques Audiard, fue otra de las triunfadoras de la noche, con cuatro Globos de Oro: mejor musical, película de habla no inglesa, actriz de reparto y canción original. También en este caso la historia requiere del espectador un código de lectura particular que le permita interiorizar un musical protagonizado por un capo del narcotráfico que decide convertirse en una pacífica madre de familia transexual. Como le sucede a uno de los críticos más populares de nuestro país, la trama resultará delirante a más de uno.
Pero el triunfo de lo extravagante quedó rubricado en el premio de Demi Moore como mejor actriz principal en “comedia” por La sustancia: uno de las títulos más premiados y truculentos del año. La actriz recibía con entusiasmo un premio insólito para ella, que sí había recibido hasta en 5 ocasiones el premio Razzie a la peor interpretación del año.
En el apartado televisivo, Shōgun continuó su escalada de éxito después de su triunfo en los Emmy. Esta serie canadiense de reparto internacional y distribución en Disney+ obtuvo cuatro Globos de Oro entre las categorías más importantes: mejor serie dramática, actor y actriz principales, e intérprete secundario.
Por otro lado, la batalla principal en la categoría de miniserie se libró entre dos producciones de Netflix: la popular y morbosa Mi reno de peluche, y la sutil y estética Ripley. Como era previsible, ganó la primera de ellas, que también obtuvo el premio a la mejor actriz secundaria en miniserie para culminar una noche de Reyes que terminó siendo madrugada de Halloween.