Dos años, diez meses y unas semanas. Este es el tiempo que ha aguantado la coalición de socialistas, liberales y verdes en el gobierno alemán. El pasado 6 de noviembre, el canciller Olaf Scholz destituyó a su ministro de finanzas y líder de los liberales, Christian Lindner. Un despido que puso el punto final a un gobierno de coalición con demasiada diversidad ideológica.
La moción de confianza llevada al Bundestag por el canciller Scholz, la primera en dos décadas y la segunda en la historia de la Alemania de posguerra, tendrá lugar el 16 de diciembre. Como líder de lo que ahora es un semáforo averiado (o un gobierno minoritario con los Verdes), Scholz prevé perderla, que se disuelva el Bundestag y convocar elecciones, previsiblemente, el 2…
Contenido para suscriptores
Suscríbete a Aceprensa o inicia sesión para continuar leyendo el artículo.
Léelo accediendo durante 15 días gratis a Aceprensa.