¿Cuántas vidas puede salvar una conversación a tiempo? Es una pregunta sencilla, pero de difícil respuesta, que retumba en el aire mientras las luces del Aula Magna de la Universidad Internacional de Catalunya (UIC Barcelona) se apagan. Hay un silencio expectante, solo roto por el sonido de una sirena lejana. El periodista Ramon Pellicer toma la palabra: “A veces, el peor de los escenarios para una familia comienza con el sonido de una llamada de emergencias…”.
Durante tres días, la Universidad Internacional de Catalunya quiso dar voz a un problema, que algunos han calificado como “pandémico”: en torno al Día Mundial de la Prevención del Suicidio, tres jornadas de reflexión y talleres para hablar, sobre todo, a los más jóvenes. La pretensió…
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