Este impactante documental hace un recorrido por los genocidios que se han ido encadenando en Europa, África y Oriente Medio tras el fin de la Guerra Fría: desde Iraq a Siria, pasando por Bosnia, Ruanda, Kosovo, Darfur y Libia. El planteamiento de fondo supone un cuestionamiento al liderazgo norteamericano y a los intereses que han determinado su intervención –o inacción– en cada uno de esos acontecimientos.
Dror Moreh es el creador y director de esta serie. De origen israelí, ha tratado en documentales previos cuestiones tan polémicas como las relaciones palestino-israelíes (The Human Factor, 2019) o la lucha contra el terrorismo del servicio de seguridad israelí (Los Guardianes, 2012). Esta serie cuenta con la presencia de muchos de los protagonistas en la toma de decisiones de cada uno de los gobiernos norteamericanos, desde la administración de Bush padre hasta la llegada de Trump, que enfrentaron las mencionadas crisis humanitarias. Emblemáticos secretarios de Estado como Collin Powell, Madelene Albright, Condoleezza Rice, junto con secretarios de Defensa, embajadores, analistas, diplomáticos y muchas otras voces autorizadas son testigos de excepción para tratar de explicar el por qué y el cómo de la actitud norteamericana ante los últimos genocidios.
Su estilo es crudo y directo. Las imágenes documentales pueden llegar en muchas ocasiones a herir la sensibilidad del espectador, que asiste a las ejecuciones en masa perpetradas en cada conflicto, así como a las consecuencias de la violencia. Todo el material documental recopilado es tan valioso como difícil de digerir. Cuestionar el liderazgo norteamericano y la veracidad de sus principios no es algo novedoso hoy en día, pero sí que lo es el esfuerzo por narrar el comportamiento genocida, que parece que se ha multiplicado en los últimos treinta años, y las reacciones de Occidente ante ello. Así presentado, supone una interesante pieza de historia contemporánea audiovisual que, aun con los sesgos de su planteamiento, permite comprender algunos de los conflictos que perduran en la actualidad, al tiempo que cuestiona y apela al espectador al reflexionar sobre los principios que rigen la política internacional de Occidente y su compromiso con la libertad y los derechos humanos.