En el año 2003, el honrado señor Bates tuvo que cerrar su oficina postal acusado de fraude a la administración. Él insistía en que el problema estaba en el reciente sistema informatizado del servicio que ofrecía la empresa Horizon, pero le dijeron que no habían recibido más quejas de otros usuarios. Así empieza esta historia de este caballero sin espada que se enfrenta como héroe capriano a una de las joyas de la Corona Británica: el infalible Servicio de Correos patrocinada por la Reina Madre.
El director de esta serie, James Strong, es un experimentado realizador que empezó en la interminable serie Doctor Who en el año 2005, y que ha trabajado en ficciones de éxito mundial como Downton Abbey o Broadchurch. Como suele ser habitual en la ficción británica, la interpretación y el diseño de producción son sobresalientes, con bellas localizaciones soleadas. Aun así, el signo de distinción de la serie es el reflejo sincero de la bondad y vulnerabilidad de sus personajes, arruinados por los engranajes más crueles y sordos del Estado, pero unidos en una comunidad tan variada de caracteres y registros dramáticos, como unida en su anhelo de verdad y justicia.
Con más de un centenar de películas y series, Toby Jones (Tetris, First Cow) compone un Mr. Bates épico en su serena entereza y decisión, liderando un grupo de varias decenas de secundarios espléndidos entre los que destacan Monica Dolan (La excavación), Alex Jennings (The Crown) o Leslie Nicol (The Catch).
Aunque el guion de Gwyneth Hugues (Honor) tiene algunas caídas de ritmo y un desenlace bastante anodino, la historia -narrada con un tono esperanzado e incisivo- tiene todos los componentes para conectar con un público amplio.
