Es difícil innovar cuando tienes una cita año tras año: los videojuegos requieren mucho tiempo de desarrollo, sobre todo cuando están bien hechos y, lo que es más importante, terminados, ya que en los últimos años llegan demasiados sin finalizar que dependen de innumerables DLC (contenidos de descarga, a veces de pago) para estar cerrados.
El caso de MotoGP 24 es distinto, pues no puede “cerrarse” del todo porque las temporadas de competiciones cambian constantemente, tanto los corredores como los equipos, incluso los circuitos, y si queremos que se refleje en el juego, este debe actualizarse. Lo cierto es que la nueva entrega está abierta a esos cambios y se agradece, ya que llega actualizado con lo importante, esto es, las licencias oficiales.
En cuanto a los modos de juego, son los esperados: para un jugador tenemos los rápidos (Gran Premio, Campeonato y Contrarreloj), trayectoria (para ir mejorando poco a poco en la gran competición) y entrenamiento. En multijugador, competiciones a pantalla partida offline y competiciones online contra otros jugadores de, incluso, otras plataformas. Por fortuna no se necesita ser experto conductor de motos gracias a los cuatro niveles de dificultad y a la inteligencia artificial adaptativa que analiza nuestro comportamiento a los mandos y la ajusta para intentar que nunca resulte ni muy dura ni demasiado difícil. Eso sí, si somos expertos y desactivamos todas las ayudas la conducción es casi perfecta y los jugadores controlados por la máquina son muy agresivos.
Las pocas novedades las tenemos en el mercado de fichajes dinámicos, con su reflejo en la vida real; en las llamadas “carreras flag to flag”, que permiten cambiar de moto durante una carrera si la meteorología cambia; y las carreras en línea “en vivo”, que nos obligan a reservarnos un día y una hora para competir con otros jugadores, como en la vida real.
Técnicamente vuelve a mostrar su perfección simulando carreras, mostrando suficientes cámaras para todos los gustos (las mejores y más difíciles son las subjetivas del piloto), circuitos muy bien recreados y sonido muy convincente de las motos, además de voces en español. Eso sí, siguen pendientes de mejora los rostros de los pilotos y los vídeos, con animaciones propias de hace 15 años. También convendría revisar de verdad los tiempos de carga, a veces excesivamente largos.
Ante la ausencia de más simuladores de motos con esta relevancia, MotoGP 24 vuelve a ser el rey en su terreno, pero está pidiendo a gritos novedades y mejoras a la altura. Solo se recomienda si no se compró el anterior juego; en otro caso, es complicado justificar el desembolso.