Francia se caracteriza por su rigor en el tratamiento de las cuestiones bioéticas. Cada paso normativo viene precedido de infinidad de discusiones y artículos en los medios informativos. Así se ha visto en el caso del proyecto de ley sobre el fin de la vida presentado el Gobierno, que propone admitir el suicidio asistido, con el nombre de “ayuda a morir”.
La apertura a los avances científicos se ha subordinado casi siempre a las exigencias de la dignidad de la persona, sin improvisaciones ni dogmatismos: existe como una conciencia de la provisionalidad de la ley en temas tan delicados, que determinó el compromiso de revisarlas cada cinco años, a la luz de la experiencia y del eventual progreso técnico, aunque no siempre resulta fácil cumpli…
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3 Comentarios
Parece sana la democracia en Francia
Está muy claro. Mientras no haya cuidados paliativos para todos no hay auténtica autonomía del paciente. El paciente tiene que poder renunciar voluntariamente los cuidados paliativos, que respetan su dignidad y la valía de su existencia, aunque sea sufriente. Y comprobar que a pesar de que se le ofrezcan, el paciente siga eligiendo la eutanasia.
Bien por los franceses!!! Ojalá consigan frenarlo…