Política emocional: enganchar al votante o hartarle

publicado
DURACIÓN LECTURA: 11min.
Política emocional: enganchar al votante o hartarle
Una persona sujeta un cartel durante la concentración en apoyo al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ante la sede del PSPV, en Valencia, 28-04-2024 (Jorge Gil / Europa Press)
El predominio de lo emocional es uno de los rasgos que caracteriza a la posmodernidad. La apelación a las emociones ha demostrado su eficacia para la movilización política. Pero a la larga, la inflación emocional produce un hartazgo en el ciudadano y una peligrosa fatiga democrática. Entre unas elecciones autonómicas –las vascas– y otras –las catalanas– los ciudadanos españoles han ingerido un intenso psicodrama en capítulos. Todo empezó con el amago de dimisión del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y –aparentemente– terminó cinco días después, con el anuncio de que se quedaba. Desde ese momento, la política de las emociones, impulsada por unas redes sedientas de impactos y unos medios enganchados al clickbait, ha teñido mítines, tert…

Contenido para suscriptores

Suscríbete a Aceprensa o inicia sesión para continuar leyendo el artículo.

Léelo accediendo durante 15 días gratis a Aceprensa.

Contenido exclusivo para suscriptores de Aceprensa

Estás intentando acceder a una funcionalidad premium.

Si ya eres suscriptor conéctate a tu cuenta. Si aún no lo eres, disfruta de esta y otras ventajas suscribiéndote a Aceprensa.

Funcionalidad exclusiva para suscriptores de Aceprensa

Estás intentando acceder a una funcionalidad premium.

Si ya eres suscriptor conéctate a tu cuenta para poder comentar. Si aún no lo eres, disfruta de esta y otras ventajas suscribiéndote a Aceprensa.