Clémence Collombet es una veterana política curtida como alcaldesa de una ciudad deprimida muy cercana a Paris. Convencida de que su trabajo es un servicio a los ciudadanos, se le presenta la posibilidad de convertirse en ministra y su jerarquía de valores empieza a temblar.
Hay que reconocerle al cine francés su capacidad de convertir en narrativa unas tramas, en principio, poco sencillas de adaptar. La complejidad de la vida interna de los partidos políticos o los conflictos psicológicos que puede provocar la ambición de poder parecen ser materia más de ensayo que de drama cinematográfico y, sin embargo, en esta película funcionan. Y funcionan precisamente como acercamiento dramático a una realidad que leemos casi a diario en los periódicos.
El acierto es un guion bien trabado –aunque requiere de un espectador poco perezoso–, junto con unas interpretaciones solventes, entre las que destaca la siempre eficaz Isabelle Huppert.
No es una cinta para mayorías, pero gustará a un público interesado en la política y las cuestiones sociales.
Ana Sánchez de la Nieta
@AnaSanchezNieta