La canadiense Alice Munro (1931), autora de doce libros de relatos, varias antologías y una novela, ha recibido los más prestigiosos premios en lengua inglesa y el Nobel en 2013 por “su maestría en el arte del relato”.
El título de esta antología sugiere la cercanía de unos personajes, habitualmente mujeres, que hablan o recuerdan algo de unas vidas anodinas. Esconden algún episodio apenas iluminado por detalles que parecen no tener importancia. Son, sin embargo, pequeñas tragedias del pasado que trastocaron esperanzas o cambiaron expectativas.
En “Algo que quería contarte”, el regreso del novio que se fue para casarse con otra devuelve al pasado a las dos protagonistas. En otras ocasiones, un entramado de recuerdos y sentimientos se viene abajo en las páginas finales. En “Dime sí o no”, una mujer descubre que solo era un entretenimiento más para el hombre con quien se escribía. Uno de los atractivos de estos cuentos reside en descifrar esos detalles de los que depende su sentido último, más enigmático de lo que se sugiere a simple vista. Lo importante no es la historia, sino la reflexión que provoca sobre el paso del tiempo, la supervivencia en el fracaso, la propia aceptación, la búsqueda de la felicidad; es decir, la inabarcable variedad de la existencia. Quizás por eso estos cuentos, apenas un fragmento de vida, no tienen finales cerrados, ni situaciones claras o personajes definidos.
Es en este punto donde adquieren relevancia para el lector, al que interpelan el descubrimiento y la interpretación de lo que pasa. Una aparente sencillez esconde una complejidad que no admite simplificaciones, etiquetas o explicaciones. La vida no se deja atrapar o reducir a esquemas, no tiene lados o medidas, no es posible juzgar o entender todo. En otras ocasiones, el final es el principio de otra vida que, desde ese momento –intuyen las protagonistas–, será distinta.
Conforme a esta perspectiva, los relatos de Munro discurren con un estilo claro y sutil, con una extraordinaria mezcla de lirismo y agudeza psicológica que envuelve al lector, con un inusual dominio de los resortes narrativos. Algo que quería contarte es una singular propuesta que ofrece más de lo que parece y que, aun con cierta desigualdad, resulta en conjunto interesante.