Virginie, Aristide y Erik son policías y están destinados en la misma comisaría de París. Una noche les asignan el traslado de un refugiado que va a ser deportado a su país. Deben llevarlo desde los barracones de acogida hasta el aeropuerto.
El planteamiento narrativo de Police es audaz pero no funciona. La película nos hace creer que estamos ante un thriller policiaco y nos sitúa a la espera de la acción que nunca llega, porque en realidad estamos viendo un drama social. Esa buscada ambigüedad resta profundidad al tema y defrauda las expectativas del espectador.
Como contrapartida está el trío protagonista: Omar Sy, actor del momento en Francia, y Virginie Efira protagonizan un romance multicultural. El tercero es Grégory Gadebois, otro veterano de la escena francesa. Los tres están muy bien y consiguen mantener el interés a pesar de los problemas estructurales de la cinta.