Nada como el arte para anticipar la realidad. El Círculo es una novela larga, amena e importante sobre qué pasaría si una empresa informática, el Círculo, se hiciera prácticamente con el monopolio de las búsquedas en la Red y, en general, de todos los datos sobre las personas.
Eso es lo que han creado tres visionarios: el joven y ya encanecido Ty, el sermoneador Bailey y el negociante Stenton, porque detrás de todo eso hay, cómo no, un suculento negocio. Han absorbido Google, Facebook, Twitter y cientos de empresas más.
En el Círculo, apoyada por su amiga Annie, entra Mae, joven, inteligente y, como se verá enseguida, ambiciosa. Llega a ser el símbolo de otro de los mantras del Círculo: la transparencia. Lleva todo el día una pequeña cámara al cuello y va contando a millones de conectados lo que pasa en el Círculo. Porque el Círculo ha conseguido que decenas de miles de políticos del mundo entero vayan con una cámara igual y hagan todo delante de todos.
La filosofía del Círculo es que si se acaban los secretos, hay completa transparencia y se sabe todo de todos, no habrá delitos, ni males, ni desgracias. Todo lo que se habla, se escribe, se fotografía, se oye, queda en la nube. “Aquí no borramos”. De lo que se trata es de compartir todo con todos. Lo privado desaparece, todo es común. El individuo cuenta solo como parte de un todo. “Lo primero es la comunidad”. “La privacidad es un robo”.
Pero no hay que destripar el final de esta novela que se lee muy bien. Destaco solo que hay dos personajes que intentan luchar contra esta nueva amenaza totalitaria, esta vez bajo el nombre de transparencia y, cómo no, de lo comunitario. Porque la palabra que los mandamases del Círculo nunca pronuncian es “libertad”.
El autor, Dave Eggers (Boston, 1970), ya es conocido en España por otras obras como Guardianes de la intimidad, Qué es qué, El holograma del Rey. También es confundador de 826Valencia, un centro de voluntariado que ayuda a niños y a adolescentes con programas extraescolares y clases de escritura.